Cada día vivimos sentimientos muy diversos y a veces nos cuesta entender lo que estamos sintiendo y nos cuesta expresarlo: generalmente tenemos muchas más palabras para juzgar a las personas que palabras para describir nuestros estados de ánimo.
El primer componente de la CNV es observar sin evaluar; el segundo es expresar cómo nos sentimos respecto a ello: dolidos, asustados, alegres, sorprendidos, irritados…
Para conectar con nuestras emociones nos puede ayudar escuchar nuestro cuerpo y poner atención a las sensaciones físicas que estamos viviendo: ¿qué nos está diciendo nuestro cuerpo? ¿Está tenso, en qué parte? ¿Está relajado? ¿Cómo es mi respiración, lenta, acelerada?
Los sentimientos son mensajeros: nos indican que nuestras necesidades profundas están satisfechas o insatisfechas.
Por ejemplo: “Me siento confundido” puede significar “Necesito claridad”, “Tengo miedo” o “Necesito protección y seguridad”.
Muchas veces, creemos que nuestros sentimientos los crean los acontecimientos o las acciones de los demás. Sin embargo, no siempre es así: nuestros sentimientos provienen de nuestras necesidades, y las personas estimulan nuestras necesidades.
Al hacer a alguien responsable de nuestros sentimientos, podríamos estar renunciando a nuestro poder de cuidarnos.
Es muy importante conectar y abrazar cualquier emoción que estamos viviendo. Nos hicieron creer que hay emociones positivas (como la felicidad) y negativas (como el enojo y la tristeza). Sin embargo, cualquier emoción tiene su función y es sumamente importante escucharlas y vivirlas plenamente.
Por otro lado, la dificultad en expresar nuestros sentimientos nos lleva a confundir sentimientos con pensamiento y evaluaciones. Un sentimiento real es un estado anímico nuestro; una opinión se refiere a l@s otr@s, o a cómo creemos que l@s otr@s nos ven.
Frases del tipo:
—Siento que eso no está bien.
Es en realidad un juicio moral: el sentimiento podría ser que estoy incomodo y preocupado.
—Me siento inútil sin hacer nada.
Esta es una opinión basada en lo que creo que debería hacer o no hacer: el sentimiento podría ser de tristeza o frustración.
Cuando expresamos nuestros sentimientos, continuamos con el proceso de asumir la responsabilidad por nuestra experiencia, lo que ayuda a otr@s a escuchar lo que es importante para nosotr@s con menos probabilidad de escuchar crítica o que les culpamos y eso permite que se pueda abrir el dialogo.
Les recordamos los 4 pasos de la comunicación no violenta:
- Observar sin evaluar
- Identificar y expresar los sentimientos
- Identificar y expresar nuestras necesidades
- Formular peticiones consientes
En las próximas semanas iremos profundizando los 2 siguiente pasos de este proceso.
Aquí puedes repasar la introducción a este proceso de comunicación no violenta.